miércoles, 30 de septiembre de 2009

"La alegría de enseñar"

“Dar a los alumnos razones para vivir, todo lo demás son complementos”

Así entiende la Educación Rubem Alves siendo este el objetivo primordial para cualquier maestro o futuro colega de profesión.

Por eso, quiero iniciar a construir mi blog, ese que espero que sea la primera vez que ojeáis, pero no la ultima, con algo que supuso para mí un final de uno de los capítulos que se escriben en ese que llamamos libro de la vida y el comienzo de uno nuevo, un capítulo que yo he titulado “La aventura de ser maestro y aprender a vivir por ello”.

De todo corazón deseo que os guste tanto como a mí, a veces no es malo releer viejas historias para poner de nuevo los pies en la tierra y la mirada próxima a un futuro que sin duda depende de nosotros.

Cada una de las entradas plasmarán una parte de mí, en eso consiste, compartir es vivir hasta quedarse sin nada, y por ello, os animo a que si os parece dejéis un comentario en aquella publicación en la que os nazca hacerlo, no hay obligación ni compromiso…

Con toda mi ilusión, os dedico estas primeras líneas.

" Se habla mucho últimamente del sufrimiento del profesorado, sus angustias, problemas y el menosprecio de los que son objeto pero esa moneda también tiene otra cara ¿Por qué no apostar por ella? Sí, en la labor de educar también es posible la alegría.

Un profesor amargado no solo es un desastre para si mismo, lo es, sobre todo, para los alumnos con quienes trabaja, un profesor mal preparado, quemado y sin ilusiones es como un lanzador de cuchillos con la enfermedad de Parkinson, “ sin obtimismo no podemos ser buenos educadores” dice siempre amenazante Savater.

Porque no partir hoy de la idea de que enseñar es un signo de inmortalidad, de alguna manera seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra, de esa manera el profesor nunca muere y en tiempos de adversidad es necesario buscar motivos que alimenten el entusiasmo…

Pocas profesiones ofrecen un tipo de compensaciones tan hermosas, tan profundas, tan ricas como la enseñanza, no en vano el profesor trabaja ideas, sentimientos, actitudes, valores y con expectativas e ilusiones…y es el educador precisamente porque admite la libertad de aceptación o de rechazo de los alumnos y alumnas. Pero si bien hay uno solo que quiera aprender, aprenderá.

Ayudar a crecer, compartir el descubrimiento del saber, enseñar a convivir…he aquí los motivos de la alegría. Siempre habrá profesores que se lancen al abismo de diagnosticar a nuestros hijos como personas mediocres que no alcanzaran su acceso a la universidad, que terrible para los niños tener delante un profesional asi, en lugar de alguien que les ayude a crecer en vez de hundirles en el autoconcepto, que en lugar de enseñarles a volar les corte las alas. Hay quien se ciñen en convertir a príncipes en sapos, los hechiza, hace que la palabra entre en sus cuerpos y los transforme y la tarea de educar es la tarea de liberar de dichos hechizos.

Reza un dicho de Zaratustra de la siguiente forma: ¿Qué seria de tu felicidad si no existen aquellos para quienes brillas?, ¿Qué seria del profesor sin los alumnos?¿como se puede no amarlos? Ellos perciben de forma nítida cuando ante ellos se encuentra un gran profesional y con sus ojos lo único que nos aclaman es que les ayudemos a ser felices, su antagonismo es la tragedia de las escuelas, que dejaron de ser un ámbito para la alegría llegando a ser ámbito para el dolor y se esfumo aquel mundo de creación por la memorización…

Los alumnos pueden ayudar a que los profesores sean cada vez mejores diciéndoles la verdad, enseñándoles lo que saben, preguntándoles, exigiéndoles, compartiendo con ellos la discusión, la búsqueda, las ilusiones….recojamos la idea de que quien quiera aprender aprenderá…..quiza el maestro solo sea la persona que facilita, que coloca las cosas delante de el, que muestra lo maravillosas que son incitando a probarlas..si el educador es facilitador, mediador de la constriccion del saber, provocador de búsquedas y la comadrona del deseo y la pasión por aprender, porque ese deseo es intrínseco a la persona, porque es necesario descubrir, comprender y analizar cada dia en el mundo, porque es necesario que creemos personas que mejoren la vida que nos rodea y esa llave la tenemos nosotros, porque si trabajamos todos juntos aun será posible hacerlo con alegría.

A todos aquellos que sientan del mismo modo que yo la maravilla del arte de enseñar, a los niños que me esperan y a todas las personas que hacen de un camino pedregoso el menos pesado de todos."

A mi gente


1 comentario:

  1. Trabajar dando clases e investigando es de lo mejor que la vida me da, es una gran oportunidad, una razón para ser. Tener la oportunidad de compartir con los otros, enseñar, mostrar caminos y aprender, en ese espacio de ida y vuelta que es ser profesora. En la asignatura compleja que es estar viva, frente al reto y la maravilla, la oportunidad de tener este tiempo para encontrar conciencia, comprender y regar afectos. Y desde luego, la alegría es el ingrediente, yo suelo decir mucho "con alegría" porque realmente procuro estar bien despierta a la idea de que esa es la clave: de la energía, la creatividad y el espacio que abre a todas las posibilidades. Cada ser humano tenemos diferentes talentos a desarrollar durante la vida, la educación bien podría ser el facilitador del encuentro con esos tesoros de destino.

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