martes, 29 de diciembre de 2009


Me fastidió bastante perderme la sesión de mi grupo que dio en colaboración con Pilar mi compañera Mari Jose. No obstante, soy participe de filosofías que hacen alusión a la alineación de los 7 chakras y el equilibrio del cuerpo y alma.

Realmente el fenómeno Reiki se ha puesto de moda hace unos años, con las nuevas alternativas anti estrés, y medicinas curativas que suelen denominarse curativas. No obstante, para un público no especializado el Reiki quede definido como una forma de sanación ante actitudes y conductas que no son deseables. Sus resultados “asombrosos” han sido el camino conductor para instaurarse en la parte occidental de nuestro planeta.

El reiki y si práctica conlleva la formación de maestros que imparten sesiones, con el fin de poder obtener resultados respecto a desequilibrios energéticos internos, así como aspectos físicos, mentales, y sobre todo emocionales.

Esta técnica terapéutica surge en la India, concretamente en el Tibet dónde le hicieron una serie de cambios a la técnica, de tal forma que, no variaban el concepto original. No obstante fue redescubierta por Mikao Usui, japonés que propulso el uso de una serie de palabras en japonés que hoy en día aún se utilizan en esta práctica.

No se conoce la fecha precisa en la que surgió el Reiki. Se sabe que corresponde a la milenaria cultura de la lengua —ahora muerta— llamada Sánscrito y que en esos tiempos, el Reiki era fácilmente accesible para toda la población, pues no se cobraba por su enseñanza, ni por los tratamientos de curación y apoyo. Tenía el noble propósito de servir a la comunidad.

La enseñanza era oral y no se conocen documentos antiguos que describan esta disciplina. Esto propició que con el tiempo, el Reiki desapareciera casi por completo.

El objetivo básico de un tratamiento Reiki, es integrar e interactuar en forma armoniosa el Rei, la energía del universo, con el Ki, la energía vital interna de los seres vivos:

1. En las personas, animales y plantas, para el restablecimiento de su salud.

2. En las personas, para la modificación de sus conductas, hábitos y actitudes.

El sanador.- Es quién realiza la función curativa, este empelea su energía mental y además, es el conducto por donde circula la energía Rei. Será el transmisor de esta forma de energía curativa al paciente.

El paciente.- Es el receptor, es quién se cura a sí mismo, con el poderoso apoyo de la energía del universo. Así, el paciente logra la reconexión con la Energía Maestra del Universo y consecuentemente se originan procesos de revitalización física, mental y emocional, que dan lugar a un estado de bienestar general y de salud.

Simbología:

En relación a la simbología debemos decir que el patrimonio que nos queda del pasado es insignificante. Se cree que existían hasta 300 simbolos que se han ido perdiendo a lo largo del tiempo. Hasta donde se sabe esto se debe a la trasmisión oral, y la no existencia de documentos escritos.

Muchos de los estudiosos formales del Reiki, opinan que actualmente los símbolos Reiki se mantienen en secreto para los no iniciados, con el propósito de mantener el lucro excesivo que muy frecuentemente se obtiene con su enseñanza.

Actualmente, se emplean 3 símbolos considerados como básicos y 2 más que usan aquellos que han evolucionado en el camino hacia la Iluminación.

1. El conector

2. La pagoda

3. La consciencia del universo

Un hecho interesante relacionado con la visualización de los símbolos, es el que muchos de los instructores de Reiki relatan, el cuál consiste en que durante la enseñanza del primer nivel, algunos de los alumnos visualizan los símbolos sin que se les hayan mostrado jamás. Esto causa asombro, porque su enseñanza corresponde al segundo y tercer nivel.

Para mayor información os dejo el siguiente enlace, es una de las pocas páginas que contiene información, especializada en la materia, dónde encontrareis todo tipo de alternativas, cursos y respuestas a las preguntas que os surjan.

http://www.joyasreiki.com/sei-he-ki.htm

VALORACIÓN PERSONAL

La primera vez que escuche hablar del Reiki fue a una conocida que estaba completamente absorbida por el poder de las piedras. Llevaba consigo hasta 30 piedras, creía en la fuerza del universo y en la necesidad de mantenerse en un equilibrio constante de cuerpo y alma. En mi pueblo eso lo llaman fumaflores, pinzá o lunática entre otras muchas cosas. De hecho ahora me arrepiento de habérmelo tomado a “coña” y poco menos haberme burlado de ella.

Siempre he creído que este tipo de prácticas eran cuestión de creencias, como el cristiano que cree en dios. Una filosofía basada en el más allá digna de respetar pero que nunca he compartido.

Entre risa y risa, me regalaron un llamador de ángeles. Nada tiene que ver con el asunto al que nos referimos, pero de repente, mi vida empezó a cambiar. Y en todas esas situaciones aunque os parezca surrealista, e increíble, me calmaba no solo físicamente, sino internamente, sostener entre las manos mi llamador, escuchando ese característico sonido que emite cuando lo mueves. Y recuerdo perfectamente el día que sucedió. Dejando a un lado cuestiones personales, empecé a investigar un poco más sobre eso que llamaban algunos paz interior, fuerza vital y demás conceptos místicos que como digo a mi me daban la risa.

Realmente, yo no puedo justificar la existencia o no de esa energía, no puedo argumentar si es de locos o no creer en la consciencia del universo, ser capaz de regular el Karma, o simplemente tener tal autocontrol que parezca que son prácticas conectadas con el más allá.

A día de hoy lo único que puedo decir, es que he llegado al punto de mi vida en el que soy completamente adepta a las energías universales, nadie toca mi llamador de ángeles, porque si los pierdo sobre mí caerá la mala suerte, y me pongo histérica cada vez que alguien se acerca a mi cuarcito. Quién me conoce sabe que he desarrollado una serie de creencias al respecto que nada me caracterizaban hace cuestión de un año. Poder o no, creencias más o menos sostenibles, la cuestión es que parece ser que técnicas como el reiki funcionan. En m caso, así fue, en dos ocasiones. ¿Cuestión de cabeza? Hay veces que llego a considerar que vivimos cosas que nos duelen tanto, pasamos por momentos tan duros y en ocasiones la vida es tan injusta con nosotros, que cualquier contacto con alguien que nos comprenda, cualquier ambiente relajante, o cualquier frase dicha a tiempo nos quitan un gran peso de encima. El consuelo creo que es realmente lo que toca nuestros corazones y hace factible creer en cualquier cosa.

Aquí os dejo mi cuarcíto y mi llamador.Muchos ya lo sabéis, se mira pero no se toca.

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