lunes, 18 de enero de 2010

Las imagenes hablan por si mismas

Me imagino la cara de sorpresa que se les debió de quedar a los espectadores de semejante vertedero dispuesto a intentar celebrar su pequeño picnic en un césped lleno de residuos. Y más aún entiendo la sorpresa que se debieron llevar cuando se dieron cuenta de que la pradera correspondiente al edificio de rectorada estaba reluciente como una patena.

De este incidente se plantean tres posibilidades que justifiquen la situación, alternativas que son:

1. Se limpió solamente ese espacio rápidamente ya que correspondiendo al espacio frente al rectorado se le dotó de tal privilegio.

2. Los participantes en el botellón no pudieron dejar sus restos ahí porque guardias de seguridad escoltaban tal zona.

3. Los participantes en el botellón decidieron de forma más o menos consciente respetar los espacios verdes frente al rectorado, afectados por la presencia simbólica de los órganos de gobierno en tal edificio.

Teniendo en cuenta que las imágenes que hemos visto, la primera opción queda descartada. Siendo sábado no creo que se halla contratado un servicio de limpieza especial para recoger la basura, sobre todo teniendo en cuenta que el campus cuenta con mínimos de gente los fines de semana. Estudiantes como yo que hacen uso de alginas bibliotecas para poder preparar trabajos y exámenes en un lugar en el que poder concentrarse.

En cuanto a la tercera opción no creo que sea viable. Acaso nos estamos cuestionando los niveles de respeto que tienen las personas que tratan el espacio publico como les da la gana. No hombre no, respeto ninguno, que más es da a ellos tirar la “mierda” en un lado que en otro. A fin de cuentas se conceden derechos de hacer botellón y dejarlo todo empantanado. Respeto para mi cero.

Bajo este argumento opto por la opción numero 2. Es triste que a nuestra edad, tengamos que encontrarnos con la ley en la cara para no hacer lo que nos de la gana.

Aunque de que nos extrañamos. Mejor aún serán las fotos de San canuto, fin de exámenes y celebraciones varias que se dan en el campus. Botellón, sexo explicito en las praderas a plena luz del día…y luego nos llaman la atención por fumar al lado de la puerta.

Realmente, no me identifico con esa gente que hace de lo que no es suyo lo que le da la gana, no con esa gente que se jacta a fiestear y que consigue que a todos se nos corte por el mismo patrón y se nos tache por igual.

Es triste y es así pero desgraciadamente no es ni la primera ni la última vez que el campus de la UAM estará así. Desde luego lo que yo no voy a hacer es contribuir a ellos porque no pueda solucionarlo, seguiré en la barrera aportando mi pequeño granito de arena, pero no creo que esté en mi mano poder cambiar este tipo de actos.

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